Ahora cuidar el agua y la luz no es una responsabilidad, es una obligación.

Como se ha podido evidenciar y presenciar a través de los medios de comunicación, el calentamiento global desató el fenómeno del niño que actualmente afecta todas las regiones de Colombia, repercutiendo gravemente a quienes no viven en ciudades grandes o cerca de ellas, hasta el punto en el que se están muriendo los animales, la vegetación e incluso humanos.

Es de suma importancia que toda la comunidad se concientice de la situación y se apropie de la problemática, puesto que es la única manera de comenzar un proceso de actuación en pro del ahorro y buen manejo de los servicios eléctricos  y de acueducto. El buen obrar beneficiará a todos los colombianos, debido a que el problema también está llegando a las grandes ciudades, porque esta escases es tan grave que es posible que se pueda llegar a repetir el racionamiento que se hizo años atrás.

Cada uno de los habitantes debe contribuir con su granito de arena y unirse a esta campaña por el beneficio de todos, todavía hay posibilidades de contrarrestar un poco los efectos adversos que se han presentado.


                                                                       Autores: María Camila Giraldo – Andrés Felipe Giraldo